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La poda de invierno en Cuatro Rayas

La poda es una de las prácticas más importantes que requiere el viñedo y de su correcta ejecución dependerá la producción de la próxima cosecha. No descubrimos nada, pero conviene recordarlo de vez en cuando, pues la poda no tiene la vistosidad de otras prácticas, como la mismísima vendimia, que pone punto y final al año de la vid. Sin embargo, esta tarea callada, concienzuda y precisa es determinante para la calidad de los futuros vinos. Con la poda se abre un nuevo ciclo de vida para la planta. Con ella mejoraremos su rendimiento y contribuiremos a mejorar también la calidad de los vinos que vendrán.


Desnudo el viñedo de fruto y hojas, es en este momento cuando los viticultores desenfundan sus tijeras para cortar varas, sarmientos y demás elementos innecesarios en la planta. La poda de los viñedos de Cuatro Rayas se hace todos los años, aprovechando el momento en el que la planta se encuentra en parada vegetativa. Esto sucede desde finales del mes de noviembre hasta finales de marzo o principios del mes de abril. La poda de invierno es tan importante, que de su correcta ejecución dependerá la producción de ese mismo año y la del siguiente.

La poda mediante el método ‘a vara y pulgar’ –el más extendido en nuestro ámbito geográfico- significa que, en cada brazo de la cepa, el viticultor dejará una vara con entre ocho y diez yemas. Además de una vara en cada brazo, también dejará un pulgar. Por lo tanto, cada planta se verá despojada de elementos inservibles quedándose, únicamente, con dos varas y dos pulgares. De este modo se controlan las dos siguientes campañas: la vara, para la vendimia de este año, y el pulgar, que anticipará, o preparará, la del año siguiente.


Todo el proceso de la poda está en manos de nuestros viticultores. Ellos deciden cuándo entrar en el viñedo con la tijera en la mano. Se trata de un proceso meticuloso y no está mecanizado. Es tanta la importancia de esta práctica para el viñedo, que se realiza desde los primeros años de vida de la planta. Es decir, durante los dos o tres primeros años –cruciales para la formación de la planta- la poda es ‘de formación’. Una vez superado este periodo, la poda se denomina ‘de producción’. Gracias a la poda, la planta se prepara para dar lo mejor de sí misma en los meses siguientes, siempre buscando el mejor rendimiento y calidad de las uvas, con las que se elaborarán los futuros vinos de Cuatro Rayas dentro de la DO Rueda.

 

 

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